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Vergüenza: el porqué y la ayuda para superarla


¿En qué situaciones sentimos vergüenza?

Cuando sentimos vergüenza varía de persona a persona.


En general, sin embargo, se puede decir que el sentimiento de vergüenza se produce sobre todo en situaciones en las que hemos violado presuntas reglas sociales o hemos superado los límites de otra persona o de nosotros mismos.

La vergüenza puede ocurrir cuando sentimos que no nos hemos comportado correctamente.

Lo que consideramos correcto e incorrecto depende en gran medida de nuestra evaluación. Por ejemplo, podría sentirme avergonzado por compartir un secreto y considerarlo un paso en falso social grave. Otra persona en esta situación podría pensar: “Puede suceder, no quise hacer ningún daño y la gente a veces comete errores” – y probablemente no se sentirá avergonzado, o al menos se sentirá menos.

También podemos sentir vergüenza en situaciones en las que tememos que otros vean nuestros defectos percibidos. Por ejemplo, podríamos pensar que no leemos lo suficiente y luego sentirnos avergonzados cuando un amigo habla de un libro famoso del que nunca hemos oído hablar. O no nos gusta nuestro estómago y nos sentimos avergonzados cuando sentimos que alguien nos está mirando fijamente. Nuevamente, los motivos de la vergüenza pueden variar mucho de persona a persona.

¿Qué pasa en nuestro cuerpo cuando sentimos vergüenza?

Cuando sentimos vergüenza, nuestro cuerpo responde liberando hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina. Nos sonrojamos, sentimos calor, nuestro corazón empieza a latir más rápido, tenemos una sensación de tensión en el pecho o un nudo en el estómago. Estas reacciones físicas nos ponen en alerta y tienen como objetivo ayudarnos a enmendar nuestro paso en falso. Puede que lo sepas por otros sentimientos y sensaciones como la ira interna o el estrés. Piensa en la última vez que sentiste reacciones similares en tu cuerpo. ¿Se sintió avergonzado, enojado o estresado en esta situación?

Vergüenza y culpa: dos emociones altamente sociales

La vergüenza y la culpa son dos sentimientos muy ligados a nuestras relaciones con otras personas. Nos ayudan a mantener nuestros propios límites y los de los demás y a compensar los errores que hemos cometido. De esta manera, aseguran nuestro lugar en el grupo. Sin embargo, cuando los sentimientos de vergüenza y culpa se manifiestan con demasiada fuerza o frecuencia, esto puede llevarnos a dejar de satisfacer nuestras necesidades. Entonces sólo nos preocupamos de no cometer errores y queremos complacer a todos.

Crítica interior y vergüenza.

La culpa y la vergüenza surgen no sólo cuando hemos excedido los límites reales, sino también cuando no alcanzamos las exigencias de perfección de nuestro crítico interior. Entonces nos juzgamos a nosotros mismos con más dureza de la que realmente deberíamos. Esto puede hacer que nuestra autoestima se resienta porque nos decimos cosas como: “No estás haciendo nada bien” o “Te has vuelto a portar mal”. Cuando nuestra autoestima disminuye, sentimientos como la culpa y la vergüenza se vuelven más comunes. Entonces nos encontramos en una espiral descendente de pensamientos de autodesprecio y sentimientos negativos y es posible que necesitemos ayuda externa para salir de ella.

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“Me da vergüenza” – cómo superar la vergüenza

Los sentimientos de vergüenza casi siempre son desagradables y realmente no quieres sentirlos. Aunque pueden darnos un indicio de que hemos superado nuestros límites o los de otra persona. Si quieres deshacerte del sentimiento de vergüenza, lo mejor es seguir tomando consciencia de las siguientes 3 cosas:


1Puedes ser quien eres

Los fuertes sentimientos de vergüenza pueden ser un indicio de que sentimos que no podemos mostrarnos tal como somos. Esto, a su vez, significa que a menudo tenemos dificultades para aceptarnos exactamente como somos, con todas las partes de nuestra personalidad.


Así que date cuenta de que puedes ser exactamente como eres. con todas las cualidades que traes contigo. Es más fácil decirlo que entenderlo.

Un primer paso hacia una mayor autoaceptación podría ser pensar en qué partes de tu personalidad no te gustan o incluso rechazas. Repítete conscientemente una y otra vez que estas partes de ti también tienen su lugar.

Por supuesto, no debes ceder a cada impulso sin pensar y seguir teniendo presentes las limitaciones de los demás. Se trata más bien de no limitarse más de lo necesario. Por supuesto, no debes lastimar a nadie intencionalmente. Sin embargo, si compartes tus límites y alguien se siente herido por ello (por ejemplo: me gusta pasar tiempo contigo, pero hoy necesito algo de tiempo para mí), entonces no tienes por qué avergonzarte de ello y puedes decir eso. Las tuyas también son importantes.


2Es humano cometer errores

Todos cometemos errores, aunque a nadie le guste cometerlos. Ser consciente de esta simple verdad puede ayudarnos a sentir menos vergüenza en situaciones en las que involuntariamente rompemos las reglas sociales o revelamos uno de nuestros defectos percibidos. También deberías decirte esta verdad una y otra vez. Porque esto también es más fácil decirlo que entenderlo realmente.

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3En la mayoría de los casos es menos grave de lo que puede parecer inicialmente.

Cuando sentimos vergüenza, sentimos que hemos hecho o dicho algo malo o vergonzoso. Cuando sentimos vergüenza, la situación desencadenante suele parecer bastante grave. Incluso cuando te sientas avergonzado, sé consciente de que el sentimiento de vergüenza quizás te lleve a sobreestimar la situación. ¿De verdad es tan malo olvidar momentáneamente el nombre de la nueva persona del grupo? ¿Realmente hiciste esa terrible presentación en el trabajo?


Recuerde siempre esto: los sentimientos pueden ser una pista preciosa, pero a menudo nos hacen evaluar el significado de una situación más de lo que realmente es.

Ten paciencia contigo mismo

Cambiar o incluso superar sentimientos negativos fuertes puede ser un largo viaje con muchos altibajos. A menudo queremos que algo cambie de inmediato. Esto es comprensible. Pero siga recordándose cuánto tiempo ha estado cargando con estos sentimientos y tómese el tiempo suficiente para “practicar” nuevos pensamientos y sentimientos. Todo lo nuevo debe primero reconocerse y luego ponerse en práctica, una y otra vez. ¡Les deseo buena suerte! ¡Puedes hacerlo!

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  • referencia

    Neda Sedighimornani. (2018). LA VERGÜENZA Y SUS CARACTERÍSTICAS: ENTENDIENDO LA VERGÜENZA. Revista europea de estudios de ciencias sociales, 3(3). https://doi.org/10.5281/zenodo.1453426

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