¿Autómata con marcos de hielo para usar en otros planetas y lunas del sistema solar? Algunos investigadores de la Universidad de Pensilvania están en realidad pensando en ello, quienes han diseñado el concepto de un nuevo androide que debería explotar los medios locales, especialmente el hielo presente en muchos cuerpos de nuestro sistema. El documento que presenta el tesina se hizo sabido en la Conferencia Internacional IEEE / RSJ sobre Robots y Sistemas Inteligentes.
Los investigadores creen que es posible crear un androide de hielo que pueda utilitario reconfigurarse, autorreplicarse y autorrepararse. El hielo debe estar de moda solo para componentes estructurales mientras que en el interior del androide estaría compuesto por los actuadores «habituales», baterías y diversos chips.
El maniquí creado por los investigadores, anteriormente llamado IceBot, pesa 6,3 kg y se hizo todo a mano. Puede bajarse hasta 2,5 ° y rotar con destino a la izquierda o con destino a la derecha (en YouTube se mostró un video que muestra las características principales de este androide de hielo).
Encima de estar de moda para misiones espaciales, un androide basado en hielo como este igualmente podría estar de moda en los desechos congelados o los casquetes polares del Polo Sur o el Polo Finalidad para misiones científicas o exploratorias.
El hielo se puede recuperar de diferentes lugares del sistema solar y igualmente se puede modelar con relativa facilidad utilizando calor. Con este postrer se pueden cortar o esculpir e incluso pegar piezas sin la ayuda de otras sustancias particulares pero solo mediante la fusión inducida por el propio calor.
Se alcahuetería, luego, de un androide que operaría en un entorno con un cierto nivel de temperatura como para perdurar el hielo sólido, una temperatura que no debería permitir que el calor que generarán los componentes electrónicos internos derrita la estructura.
Por el momento, sin confiscación, todavía no está claro si dicho androide debería construirse en la Tierra y luego enviarse a su destino a través de una nave espacial, en un entorno de refrigeración natural que no lo derrita. En cambio, el mismo androide podría construirse directamente en el sitio, pero en este caso debería enviarse todo el equipo necesario para su «autoconstrucción», un proceso ciertamente no practicable de implementar porque, como admiten los investigadores detrás del tesina, en entornos tan lejanos y lejanos, la energía será un acertadamente muy preciado y no se puede desperdiciar con errores y varios intentos.