Una táctica relativamente nueva podría resultar muy útil para eliminar y matar aquellas bacterias que aún son resistentes a los antibióticos oa la mayoría de ellos. Muchos equipos de científicos así como un equipo de investigadores de Baylor College of Medicine están probando: fagos, virus que infectan y destruyen bacterias, se pueden usar para usarlos de guisa localizada, prácticamente donde las colonias de bacterias viven y se replican, por ejemplo en el intestino.
“Los fagos son muy específicos en su capacidad para infectar y destruir ciertas especies o cepas de bacterias y no otras, como las bacterias buenas. En Estados Unidos, la terapia con fagos se está convirtiendo cada vez más en una opción disponible para tratar infecciones bacterianas resistentes a los antibióticos, un problema de salud grave ”, explica Sabrina Green, primera autora del estudio.
Específicamente, los investigadores demostraron que los fagos pueden estar de moda para destruir una bacilo molesta resistente a los antibióticos señal ExPEC ST131.
Esta bacilo generalmente coloniza el intestino humano, pero en algunos casos puede filtrarse e infectar otros órganos causando infecciones, incluidas las del tracto urinario, el peritoneo, el cerebro, la muerte y otros órganos internos. Asimismo puede emplear los dispositivos médicos que se injertan en el cuerpo para multiplicarse aún más como son los catéteres urinarios, los dispositivos vasculares, las sondas de comida o el drenaje de heridas, etc. Solo en Estados Unidos, causa más de 9 millones de personas infectadas por año. .
En el estudio, los investigadores describen cómo un nuevo fago, llamado ES17, al unirse a las mucinas, proteínas que generalmente se encuentran en el secreción del tracto gastrointestinal, puede infectar de guisa muy efectiva a las bacterias que viven en ambientes ricos en mucina en el intestino. Al probar el fago ES17 en ratones, los investigadores encontraron que el fago tenía una capacidad única para apuntar solo a las bacterias ExPEC y matar solo a las bacterias ExPEC.
«Mostramos el primer fago que también se une a las células epiteliales humanas y que esta propiedad media un nuevo mecanismo para combatir las infecciones bacterianas que llamamos orientación posicional, ya que permite al fago anticipar dónde estarán las bacterias a las que se dirige», explica. Anthony Maresso, profesor de biología molecular y microbiología en Baylor y autor correspondiente del estudio.
Perspectivas
Las bacterias resistentes a los antibióticos los aniquilan con