Un fuerte terremoto sacudió Fukushima en la noche del miércoles (hora local). La Agencia Meteorológica de Japón ha emitido una alerta de tsunami para las prefecturas de Fukushima y Miyagi.
El temblor de larga duración de magnitud 7,4 se produjo casi 11 años después de que la región nororiental del archipiélago asiático fuera devastada por un devastador terremoto de magnitud 9 y desencadenara un enorme tsunami. El 11 de marzo de 2011, un maremoto de 14 metros de altura golpeó la costa del Pacífico y arrasó con todo: pueblos, aldeas y vastas áreas de cultivo se hundieron entre los montones de agua y lodo.
Sin embargo, existen claras diferencias entre el terremoto actual y el desastre de 2011. Mientras que el terremoto de Tohoku fue relativamente poco profundo a una profundidad de alrededor de 13 kilómetros, el terremoto actual ocurrió a una profundidad de alrededor de 56 kilómetros. Además, en 2011, se rompió la interfaz entre dos placas tectónicas: la placa de Okhotsk, en la que se encuentra el norte de Japón, y la placa del Pacífico en subducción. Estos se conocen como mega terremotos de empuje, que se encuentran entre los terremotos más fuertes del planeta. El fondo marino se mueve con mucha fuerza, provocando grandes tsunamis.
Se cree que el terremoto actual ocurrió dentro del lecho marino en subducción y liberó menos del 1% de la energía registrada en 2011. Por lo tanto, los expertos consideran que el riesgo de un gran tsunami es relativamente bajo. La Agencia Meteorológica de Japón ha advertido de un tsunami de hasta un metro de altura, según informes iniciales, un tsunami de unos 20 centímetros de altura golpeó la costa. Sin embargo, hasta ahora no está claro si seguirán más olas más grandes.