Una teoría matemática universal de los huevos de aves

Los huevos de aves difieren en tamaño, color y patrón, pero a menudo también en su geometría. En la búsqueda de la fórmula universal del huevo.

AEl Domingo de Ramos realizamos experimentos con huevos: dos huevos de gallina, uno crudo y otro duro, y huevos de Pascua de chocolate de varios tamaños. El montaje experimental consistió en una mesa de jardín inclinada unos cinco grados. Deja que los huevos rueden. El objetivo era verificar lo que Yutaka Nishiyama de la Universidad de Osaka había publicado en 2012 sobre Revista de Matemática Pura y Aplicada había descrito. De acuerdo con esto, el huevo crudo siempre seguiría una trayectoria curva al rodar, hasta que el eje de rotación apunte en la dirección de la inclinación, por lo que ya no rueda más.

Esto se explica por la asimetría típica del huevo a lo largo del eje principal, cuyo centro no coincide con el baricentro, escribe Nishiyama, quien interpreta esta geometría característica del huevo desde un punto de vista evolutivo: podría evitar que la descendencia no eclosionada ruede demasiado lejos de el pájaro. De las 10.980 especies de aves existentes, algunas ponen huevos casi elípticos o incluso casi esféricos. Pero viceversa, también están los llamados huevos piriformes -del latín pirum, la pera- con un extremo «en punta» más pronunciado, particularmente efectivos para evitar que rueden. «Los huevos piriformes son comunes en las aves marinas», escribe Nishiyama. Esto se debe a que a menudo se reproducen en salientes de rocas angostas, donde la protección contra rodamientos rápidos es especialmente importante. Pero la mayoría de los huevos de aves son ovalados, del latín ovum, huevo.