Pastoreo del océano
Roberto Clatt
Almacenamiento de energía en el fondo del mar
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La start-up Ocean Grazer ha desarrollado un sistema de almacenamiento de energía respetuoso con el medio ambiente que funciona con tecnología de presas. La «batería» está destinada a almacenar el exceso de electricidad de los parques eólicos marinos.
Groningen (Países Bajos). En los últimos años, la capacidad máxima de los parques eólicos marinos se ha incrementado constantemente. El parque eólico más potente del mundo hasta la fecha de China State Shipbuilding Corporation (CSSC) puede producir electricidad para hasta 40.000 hogares. Se espera que un sistema aún más grande de la empresa noruega Wind Catching Systems genere electricidad para hasta 80 000 hogares en 2027. Sin embargo, hasta ahora no hay formas de almacenar el exceso de energía de los parques eólicos marinos de forma rentable y respetuosa con el medio ambiente. forma.
La empresa emergente holandesa Ocean Grazer ha diseñado ahora un sistema de almacenamiento de energía que funciona con energía hidroeléctrica. La «batería» debe sumergirse en el mar y, por lo tanto, puede instalarse en las inmediaciones de los parques eólicos marinos. El objetivo del almacenamiento de energía es un suministro de energía estable, incluso durante períodos de poca energía eólica. Además, el almacenamiento de energía debería contribuir al equilibrio de carga de las redes eléctricas.
El almacenamiento de energía utiliza tecnología de represas
La solución de almacenamiento de energía utiliza mecanismos similares a los de una presa. La batería submarina extrae agua de tanques rígidos y la transporta a tanques flexibles en el lecho marino. Este enfoque implica el almacenamiento de energía potencial en forma de agua a alta presión. Para liberar la energía almacenada, el agua se devuelve a depósitos de menor presión, impulsando turbinas hidroeléctricas para generar electricidad.
¿Amenaza para el ecosistema?
Los tanques de baja presión, esenciales para el funcionamiento, se integran cuidadosamente en el fondo marino, mientras que los contenedores flexibles descansan en la superficie. Según la empresa Ocean Grazer, el proceso afecta mínimamente al ecosistema marino. Además, existe la posibilidad de que la instalación de estas estructuras en el fondo del océano pueda crear nuevos y atractivos hábitats biológicos para varias criaturas marinas.
Financiado por la Unión Europea
Ocean Grazer, un spin-off de la Universidad de Groningen en los Países Bajos, se creó originalmente como un proyecto estudiantil. Desde su fundación oficial en 2019, la empresa cuenta ahora con doce empleados a tiempo completo en sus filas. Se beneficia del apoyo de varias instituciones, incluida la Unión Europea (UE), el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, Allianz Nord-Niederlande (SNN) y la provincia de Groningen.