Desde un punto de vista médico, es especialmente importante identificar la demencia lo antes posible porque facilita el tratamiento. Sin embargo, enterarse de que tiene una enfermedad incurable y que sus recuerdos se desvanecerán gradualmente es una carga pesada para los afectados. Un equipo de investigación de la Universidad de Rutgers en los Estados Unidos descubrió ahora que los pacientes de Alzheimer reducen sus actividades sociales simplemente por el diagnóstico.
Los científicos dirigidos por Takashi Amano analizaron datos de un estudio representativo a largo plazo de los Estados Unidos que siguió a parejas casadas de 51 años o más. Las personas diagnosticadas con demencia en 2014 se compararon con aquellas sin ese diagnóstico. Los investigadores determinaron las relaciones sociales de ambos grupos después de dos años.
Asegurarse de que la calidad de vida se mantenga a pesar de la enfermedad de Alzheimer
Un truco estadístico les ayudó a calcular las diferencias debidas a las deficiencias cognitivas. Descubrieron que la enfermedad en sí misma hacía que las personas se sintieran más solas. Por ejemplo, los afectados asistieron a menos eventos deportivos y no realizaron tantas llamadas telefónicas como el grupo de control. Los expertos en salud recomiendan considerar estas consecuencias psicológicas al momento del diagnóstico y apoyar al paciente desde el inicio.
«Las relaciones interpersonales son una característica esencial de nuestra calidad de vida y pueden mitigar el deterioro cognitivo», dice el coautor Addam Reynolds en el comunicado de prensa del estudio. «Dado que no existe una cura para estas enfermedades, debemos centrarnos en cómo las personas pueden mantener o mejorar su calidad de vida después del diagnóstico».