Cuando caminamos, no sólo tenemos que poner un pie delante del otro, sino que también tenemos que estar atentos a nuestro camino. Un estudio muestra ahora cómo nuestra percepción visual se adapta a nuestros pasos. Utilizando gafas de realidad virtual, los investigadores hicieron que los sujetos de prueba caminaran a través de un entorno virtual en el que breves estímulos visuales parpadeaban repetidamente. Dependiendo de la fase del movimiento en la que se encontraban los participantes lo percibían mejor o peor. Esto sugiere que la visión está subordinada al control motor en la fase inicial de cada paso.
El movimiento influye en nuestra percepción y atención. Varios estudios ya lo han demostrado en diferentes contextos. En la mayoría de los casos, el resultado es que estamos más alerta durante o inmediatamente después de la actividad física. Sin embargo, hasta ahora no estaba claro cómo interactúan nuestra percepción visual y nuestro control motor al más alto nivel.
Caminando en realidad virtual
Un equipo dirigido por Matthew Davidson de la Universidad de Sydney ha abordado esta cuestión utilizando la realidad virtual. «Nuestro trabajo revela una relación previamente desconocida entre percepción y movimiento», dice Davidson. «Descubrimos que caminar produce cambios rítmicos en el rendimiento perceptivo dentro de cada ciclo de pasos, incluso si este comportamiento diario nos parece continuo y sin esfuerzo». El equipo ya había demostrado en estudios anteriores que nuestro cerebro no percibe continuamente nuestro entorno visual, sino que captura imágenes individuales varias veces por segundo, que combina en una experiencia fluida como una película. Los estudios sobre la interacción entre imagen y sonido han llegado a una velocidad de unas ocho imágenes por segundo.
Para el experimento actual, los investigadores colocaron gafas de realidad virtual a 45 sujetos de prueba y les hicieron caminar por un camino virtual. Los participantes realizaron los pasos en la realidad a un ritmo natural y elegido por ellos mismos. Mientras tanto, los estímulos visuales parpadeaban repetidamente en la pantalla de realidad virtual durante 20 milisegundos. Cada vez que los sujetos de prueba percibían tal estímulo, se les pedía que presionaran un botón en la mano. Davidson y sus colegas monitorearon los movimientos de la cabeza y los ojos de los participantes y evaluaron en qué fases del movimiento se reconocían particularmente muchos o particularmente pocos estímulos.
Percepción en el ritmo de los pasos.
El resultado: «Gracias a la tecnología de realidad virtual, descubrimos que nuestra visión pasa a cada paso por una fase positiva y otra negativa», afirma Davidson. Durante la fase de iniciación de cada paso, los sujetos de prueba a menudo pasaban por alto los estímulos parpadeantes, mientras que en la fase de balanceo de sus pasos notaban la mayoría de los estímulos y los informaban presionando un botón.
«El nuevo hallazgo clave de este estudio es que estas oscilaciones en el muestreo del mundo que hace el cerebro se ralentizan durante la marcha para adaptarse al ciclo de la marcha», dice David Alais, colega de Davidson. “Los seres humanos dan unos dos pasos por segundo al caminar y, por lo general, mantienen un ritmo constante. Las oscilaciones informadas en la sensibilidad visual también ocurren a aproximadamente dos ciclos por segundo y están relacionadas con el ciclo de la marcha. Para algunos participantes, estas oscilaciones rítmicas ocurrieron a cuatro ciclos por segundo, pero también estaban ligadas al ciclo de pasos».
Pasar de ver a moverse
Pero, ¿por qué percibimos nuestro entorno más lentamente cuando caminamos, lo que requiere un seguimiento constante del terreno? “Una posible explicación es que la visión se subordina al control motor mientras el pie está en el suelo y se planifica el siguiente paso”, explica Alais. «Tan pronto como nos encontramos en la fase de oscilación entre un paso y otro, el cerebro vuelve a la percepción primaria del mundo y crea un ritmo perceptivo continuo que armoniza con la frecuencia del paso».
En futuros estudios, el equipo quisiera aclarar si nuestra percepción de otros estímulos, incluidos los sonidos y el tacto, también cambia cuando caminamos. «Una pregunta obvia es si estas oscilaciones perceptuales son más pronunciadas en las personas mayores, ya que tenemos dificultades con el equilibrio y la coordinación a medida que envejecemos», dice Davidson. Las pruebas con gafas de realidad virtual tal vez podrían ayudar a identificar tempranamente los trastornos neuromusculares.
Fuente: Matthew Davidson (Universidad de Sydney, Australia) et al., Nature Communications, doi:10.1038/s41467-024-45780-4