El lenguaje humano es infinito, aunque se compone de un número muy limitado de sonidos. Podemos formar palabras a partir de ellos y combinarlos en nuevas oraciones de acuerdo con reglas fijas. Investigadores del Institut des Sciences Cognitives Marc Jeannerod en Lyon y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig ahora han demostrado tales estructuras gramaticales en chimpancés por primera vez. Informan de sus resultados en «Biología de la comunicación de la naturaleza».
Los científicos del entorno del antropólogo Cédric Girard-Buttoz han examinado tres propiedades del lenguaje que forman la base de un vocabulario inagotable: los sonidos deben poder combinarse entre sí a voluntad. Además, estas secuencias de sonido deben poder unirse, al igual que las palabras individuales de una oración. Todo esto debe hacerse de acuerdo con ciertas reglas. Una regla de este tipo podría ser, por ejemplo, que un determinado sonido se produzca con especial frecuencia al principio de una exclamación. El equipo analizó casi 5.000 registros de 46 chimpancés salvajes en el Parque Nacional Taï de Côte d’Ivoire. Por primera vez, observaron las tres propiedades del lenguaje en un animal no humano. Algunos monos juntan sistemáticamente hasta diez sonidos.
«Nuestros resultados muestran que el sistema de comunicación verbal del chimpancé es mucho más complejo y estructurado de lo que se pensaba», dice la coautora Tatiana Bortolato. En teoría, los primates podían expresar cientos de significados distintos combinando doce sonidos. Sin embargo, en el trabajo en curso, los antropólogos no han podido averiguar si realmente aprovecharon este potencial porque no tuvieron en cuenta el contexto en el que los simios se comunicaban entre sí. Esto es exactamente lo que quieren investigar en el futuro.