YUn grupo de investigación de las universidades de Giessen y Marburg podría allanar el camino para nuevos tratamientos contra la gripe. Examinó las diferentes funciones de la proteína M1 para la estabilidad y proliferación de los patógenos de la gripe y la comparó con una navaja suiza.
Los virus de la influenza causan la verdadera gripe, que afecta a millones de personas en todo el mundo cada año. Estos patógenos tienen solo una docena de proteínas virales a su disposición, pero realizan numerosas tareas, desde penetrar en las células del tracto respiratorio del huésped hasta replicar el material genético ARN y formar nuevos virus.
Entre otras cosas, la proteína M1 regula la lectura del genoma del virus y promueve el ensamblaje de los componentes del virus y su expulsión de la célula huésped. Un grupo fosfato unido a M1 limita su capacidad para formar complejos moleculares. Esto inhibe la replicación del virus.