Según un grupo de investigación dirigido por Julia Rohrer de la Universidad de Leipzig, no influye en la personalidad de los adultos si crecieron con un hermano o una hermana. Hasta ahora, los expertos han considerado principalmente dos hipótesis opuestas: o los adolescentes imitan los rasgos de carácter de sus hermanos o se diferencian de ellos. El resultado serían rasgos de personalidad típicos de género más fuertes o más débiles. Sin embargo, el equipo no encontró evidencia de ninguna de las dos posibilidades en más de 85 000 adultos.
Los científicos evaluaron doce conjuntos de datos representativos de nueve países. Además del género de los hermanos, estos también incluían rasgos de carácter. Ni el sexo de un hermano menor ni el de un hermano mayor influyeron sistemáticamente en la personalidad de los entrevistados. Para el psicólogo Steve Lindsay de la Universidad de Victoria en Canadá, esto no significa necesariamente que los hermanos no desempeñen ningún papel en el desarrollo de la personalidad. Puede haber cambios que el estudio no haya capturado.
En general, sin embargo, el estudio nuevamente sugiere que los hermanos tienen menos que ver con la personalidad en la edad adulta de lo que a menudo se piensa. Estudios anteriores ya han demostrado que la ubicación de los hermanos, por ejemplo, si eres el primogénito o un «hijo sándwich», no hace una gran diferencia.