A unos 53 millones de años luz de nosotros, en la constelación de Virgo, se encuentra la galaxia espiral Messier 61. Hace unos cinco años, el astrónomo aficionado italiano Giuseppe Donatiello observó que en las imágenes de larga exposición que tomó se podía ver una estructura larga, estrecha y recta que se extendía hacia el norte desde el borde de la galaxia. Esta estructura fue confirmada en octubre de 2025 gracias a las primeras imágenes del Observatorio Very C. Rubin, publicadas en junio de 2025. El grupo de trabajo dirigido por Aaron J. Romanowsky de la Universidad Estatal de San José en California, del que también es miembro Donatiello, publicó la primera descripción científica de la estructura estelar, que se extiende a más de 163.000 años luz en el espacio, en las “Notas de investigación” de la Sociedad Astronómica Estadounidense. Por lo tanto, esta corriente estelar es significativamente más ancha que el disco estelar de nuestro sistema de la Vía Láctea, que se extiende por unos 100.000 años luz.
Según el análisis del equipo de Romanovysky, la corriente de estrellas contiene alrededor de 200 millones de masas solares, tiene 6.500 años luz de ancho en el borde de la galaxia y se ensancha hasta unos 13.500 años luz a medida que avanza. A una distancia de 143.000 años luz de Messier 61, la corriente de estrellas termina en una estructura redondeada de hasta 29.000 años luz de ancho y 13.000 años luz de largo. Puede ser un remanente de una colisión de galaxia enana con Messier 61. La galaxia enana de Messier 61 se dividió en una larga corriente de estrellas debido a su fuerte gravedad. La propia Messier 61 muestra evidencia de una colisión con otra galaxia, en la que actualmente se está produciendo una intensa formación estelar, conocida como starburst.
Este tipo de estructuras también se conocen en las proximidades de nuestro sistema de la Vía Láctea, pero estas corrientes estelares están fuertemente curvadas y giran alrededor de nuestra galaxia, mientras que las galaxias enanas asociadas ya están fuertemente separadas. Ejemplos de ello son la corriente de Helmi, en la que la galaxia enana asociada ya está completamente disuelta, o el anillo de Monoceros, que se remonta a la galaxia enana Canis Major en la constelación de Canis Major.





