La agencia espacial estadounidense NASA ha establecido una nueva clase de misión denominada “Probe Explorers”. Se trata de proyectos espaciales de tamaño mediano que se encuentran entre las misiones emblemáticas más pequeñas y más grandes. El presupuesto para Probe Explorers es de mil millones de dólares. El telescopio infrarrojo PRIMA compite actualmente con el telescopio de rayos X AXIS: ambos son observatorios espaciales. PRIMA significa PRobe Far-Infrared Mission for Astrophysics y AXIS es el satélite avanzado de imágenes de rayos X. A mediados de 2026, la NASA decidirá qué proyecto recibirá el contrato final y se implementará.
PRIMA está destinado al estudio del espacio en el rango infrarrojo en longitudes de onda entre 24 y 261 micrómetros (millonésimas de metro, 1 micrómetro = 10–6 metros). Al igual que el telescopio James Webb, es un observatorio de infrarrojos, pero está destinado a integrarlo en longitudes de onda aún más largas. El telescopio espacial PRIMA será unas 100 veces más sensible que sus predecesores Spitzer y Herschel. Para lograrlo, el telescopio y los instrumentos de medición deben enfriarse activamente a -269 grados Celsius, unos cuatro grados por encima del cero absoluto. Se esperan dos instrumentos a bordo: PRIMAger, PRIMA Imager, una cámara para obtener imágenes de objetos observados, y FIRESS, el espectrómetro de sondeo mejorado de infrarrojo lejano, que permite realizar declaraciones sobre la composición química de los objetos celestes.
En el proyecto PRIMA también participa el Instituto Max Planck de Astronomía (MPIA) de Heidelberg: para ambos instrumentos está previsto proporcionar dos espejos deflectores controlados activamente, los llamados espejos de dirección de haz de dos ejes. Alinean de forma rápida y extremadamente precisa el campo visual de los instrumentos a través del campo visual del telescopio sobre diferentes áreas del cielo y lo estabilizan. MPIA tiene décadas de experiencia en la construcción de mecanismos que funcionan a temperaturas justo por encima del cero absoluto e incluso en el espacio. Hace más de 30 años, proporcionó componentes esenciales para el Observatorio Espacial Infrarrojo Europeo (ISO), lanzado en 1995. El Telescopio Espacial James Webb (JWST) de la NASA también contiene componentes mecánicos de Heidelberg.