Casi el 80 por ciento de los adultos están actualmente completamente vacunados a principios de diciembre, según los datos de registro oficial del Instituto Robert Koch. ¿O son algunos millones más? Al menos eso es lo que sugieren las encuestas telefónicas, según las cuales alrededor del 80% de los adultos encuestados estaban completamente vacunados en agosto.
El RKI atestiguó «una clara diferencia» con la tasa oficial de vacunación, que en ese momento todavía estaba por debajo del 70 por ciento. Los datos del registro oficial deben entenderse como la «cuota mínima de vacunación» y subestiman la cuota de vacunados hasta en 5 puntos porcentuales, mientras que la encuesta telefónica ha sobrestimado la cuota de vacunación.
Desde enero de 2021, el Instituto Robert Koch ha estado preguntando por teléfono a una muestra aleatoria de adultos en Alemania cada mes si están vacunados o desean vacunarse. Las encuestas de población arrojan consistentemente una tasa de vacunación significativamente más alta. Según el RKI, esto podría deberse a un retraso en la presentación de informes por parte de los médicos generales y de la empresa, y a un sesgo de selección: solo se entrevista a personas con conexión telefónica y conocimientos suficientes de alemán. También sería concebible una conducta de respuesta «socialmente deseable»: la tendencia a proporcionar información incorrecta para no violar las normas sociales. Entonces, ¿podría ser que algunos de los encuestados estén mintiendo?
Un truco revela la proporción de información incorrecta
Esto es lo que ha investigado un grupo de investigación dirigido por el sociólogo Felix Wolter de la Universidad de Constanza. La información fue proporcionada por 7.530 adultos de 18 a 70 años, representativos de la población alemana con acceso a Internet en términos de sexo, edad y estado federal. Una parte debe indicar directamente si se ha vacunado contra el coronavirus al menos una vez. Otra parte recibió la misma pregunta junto con otras cuatro preguntas inofensivas («Recibí tratamiento médico la semana pasada») y preguntó cuántas preguntas responderían afirmativamente. En este desvío, la gente está más dispuesta a dar respuestas honestas a preguntas delicadas, porque el número no le dice cuál de las preguntas respondió con un «sí». Un tercer grupo recibió solo las cuatro preguntas adicionales: utilizando la técnica de conteo de elementos, los investigadores pudieron calcular cuántas otras preguntas el grupo había respondido en promedio que sí a las cinco preguntas, y cuántas de ellas probablemente estaban equivocadas acerca de su dado el estado de vacunación.