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Los humanos modernos han vivido en la Tierra durante más de 300.000 años, pero todavía estamos descubriendo mucho sobre esta enorme roca que respira y que llamamos hogar. Desde sus 4.500 millones de años de historia hasta sus misterios actuales, aquí hay seis cosas asombrosas que aprenderemos sobre la Tierra en 2024.
Catástrofe que da vida
Este mensaje comienza con un evento que ocurrió hace 3.260 millones de años, cuando un enorme asteroide (entre 50 y 200 veces más grande que el que llevó a la extinción a los dinosaurios no aviares) se estrelló contra la joven Tierra. Este “impacto S2” destruyó el planeta y su vida simple y primitiva, según muestra una nueva investigación. Pero también desencadenó cambios clave que, en última instancia, permitieron que los organismos prosperaran, en particular enviando importantes nutrientes al océano. A pesar de la naturaleza apocalíptica del impacto, es posible que a las bacterias supervivientes les haya ido mejor que antes de la colisión.
Antiguo fondo marino encontrado bajo el Pacífico
El Océano Pacífico es vasto y esconde algunos secretos impresionantes. Uno de ellos es una placa en el fondo del mar que tiene unos 250 millones de años. Por tanto, se remonta a una época poco anterior a la aparición de los primeros dinosaurios conocidos. Los investigadores descubrieron la placa aproximadamente entre 410 y 660 kilómetros por debajo de la superficie de la Tierra. La roca antigua se hunde lentamente en una extraña zona del núcleo exterior de la Tierra que sobresale del manto rocoso del planeta.
“Oxígeno oscuro” del fondo del océano
Un género popular de descubrimiento científico es aquel en el que surgen nuevos descubrimientos con datos tan extraños que los investigadores creen que hay algún problema con sus instrumentos. Eso es lo que le sucedió a un equipo que estudió el contenido de oxígeno del fondo marino en el área Clarion-Clipperton del Pacífico. “Literalmente les dije a mis alumnos: ‘Tiren los sensores a la basura’. Simplemente no funcionan», dijo Andrew Sweetman, que estudia la ecología del fondo marino y la biogeoquímica en la Asociación Escocesa de Ciencias Marinas, en una entrevista con Scientific American. Resultó que los sensores funcionaron bien, alertando a los investigadores sobre un extraño proceso en el que Los depósitos metálicos en el fondo del mar producen un misterioso «oxígeno oscuro».
¿Cuál fue la causa de este “objeto sísmico no identificado”?
En septiembre de 2023, sensores sísmicos de todo el mundo informaron de un zumbido extraño y monótono, diferente a cualquier señal sísmica jamás detectada antes, y que duró nueve días. Los científicos clasificaron la fuente del zumbido como un «objeto sísmico no identificado» y se pusieron manos a la obra para identificarlo. Este mismo año descubrieron que la señal fue causada por un enorme deslizamiento de tierra en el fiordo Dickson de Groenlandia. El deslizamiento de tierra provocó un tsunami, seguido de una seiche, u ola, que arrasó el estrecho fiordo durante más de una semana.
Los terremotos forjan pepitas de oro
Grandes pepitas de oro encontradas en la corteza terrestre han desconcertado a los geoquímicos. Entendieron cómo el oro disuelto que se filtra en las grietas del mineral de cuarzo puede formar pequeños depósitos, pero no cómo pueden formarse depósitos más grandes. Pero una nueva investigación sugiere que los terremotos pueden ser responsables de un fenómeno llamado efecto piezoeléctrico, en el que algunos materiales pueden generar una carga eléctrica cuando se someten a tensión mecánica. El cuarzo es piezoeléctrico, por lo que los científicos probaron si fuerzas similares a las ondas sísmicas podrían generar suficiente carga para crear nanopartículas de oro. Los resultados preliminares sugieren que este efecto es suficiente.
La Tierra tendrá una miniluna
La luna de la Tierra es famosa, y con razón: es científicamente informativa e impresionante. Pero, contrariamente a lo que aprendemos en la escuela, nuestro planeta puede tener múltiples satélites naturales en un momento dado. Este otoño, un pequeño asteroide de 10 metros de ancho llamado 2024 PT5 se convirtió en una «miniluna» durante dos meses después de que la gravedad de nuestro planeta lo atrajera hacia un anillo parcial alrededor de la Tierra. Y resulta que la Tierra también tiene una colección a largo plazo de media docena de «cuasi-satélites» que en realidad no orbitan el planeta, pero hacen que parezca que lo hacen. ¡Amigos!