El módulo de aterrizaje lunar indio Vikram aterrizó con éxito cerca del polo sur lunar. Como informa la agencia espacial india Isro, la sonda está operativa y pronto enviará las primeras imágenes de la superficie. El módulo de aterrizaje también llevaba el vehículo lunar Pragyan, que comenzó su primer viaje a la superficie unas tres horas después del aterrizaje. La misión, denominada colectivamente Chandrayaan-3, es la sucesora de la misión Chandrayaan-2, cuyo módulo de aterrizaje se perdió el 6 de septiembre de 2019 debido a un error de software.
Según ISRO, el descenso a la superficie lunar se desarrolló según lo planeado, pero la sonda tuvo que dirigirse a un lugar de aterrizaje alternativo porque el terreno en el lugar de aterrizaje previsto era demasiado irregular. Por lo tanto, se dirigió de forma totalmente automática a otro lugar cercano que era más plano. La sonda sólo estará activa durante unos 14 días, luego sucumbirá a la oscuridad y el frío de la noche lunar. Hasta entonces, conviene tomar una serie de medidas. Lleva el instrumento ChaSTE, que mide la conductividad térmica y la temperatura de la superficie, así como un sismómetro y un sensor de plasma.
El vehículo lunar Pragyan lleva un espectrómetro de rayos X destinado a determinar la composición de las rocas superficiales, así como otro espectroscopio que determina las proporciones de los elementos individuales. El verdadero objetivo de la misión, sin embargo, es probar los componentes técnicos y el módulo de aterrizaje y demostrar que el programa indio Chandrayaan es realmente capaz de alunizar una sonda en la Luna. Hasta ahora sólo lo han logrado Estados Unidos, la Unión Soviética y China. De un total de 53 intentos de alunizaje, 30 fracasaron.