En febrero de 2022, 40 satélites de Starlink regresaron a la atmósfera de la Tierra poco después del inicio, incluso antes de que llegaran a su órbita en unos 550 kilómetros. Una de las razones: los satélites fueron expuestos al espacio durante una tormenta de bronceado. El sol emite un número particularmente alto de partículas invitadas. Ejercicio con el campo magnético de la Tierra, la atmósfera se calienta localmente a alturas de 80 a 600 kilómetros en el nivel local y se espesa. Los satélites lo experimentan como una mayor resistencia que los afecta.
Hasta ahora, esta conexión se ha mostrado para satélites individuales. Investigadores de la Universidad de Maryland y la NASA Goddard Space Flight Center ahora han confirmado los resultados por primera vez en función de una gran cantidad de satélites. Para hacer esto, evaluó los 523 datos satelitales que ingresaron a la atmósfera de la Tierra entre 2020 y 2024. La mayoría de ellos pertenecen a la constelación de Starlink. El período de investigación coincide con el ciclo del Sol 25, es decir, una fase del ciclo de once años, en el que el sol hace muchas radiación ionizante.
El análisis de las alturas y velocidades con las que los satélites viajaron en órbita permitieron a los investigadores solo una conclusión: una alta actividad geomagnética obliga a los satélites en la atmósfera más rápida. En otras palabras, los tiempos de las reingresos reales y previstas se dedican cada vez más al aumento de la actividad geomagnética.