Durante un período de seis semanas, desde mediados de junio hasta finales de julio de 2024, el vehículo de lanzamiento más nuevo de Europa, Ariane 6, se elevará al espacio por primera vez desde el sitio de lanzamiento espacial de Kourou en la Guayana Francesa. Como aún no ha sido probado, el cohete sólo llevará a órbita satélites y cargas útiles pequeños y baratos. En total, 18 pequeñas cargas útiles deberán volar a una órbita a 600 kilómetros de altitud.
El hecho de que la Agencia Espacial Europea (ESA) sea tan prudente durante el vuelo inaugural del Ariane 6 se debe a una experiencia dolorosa: el predecesor, el Ariane 5, debía realizar su primer vuelo el 4 de junio de 1996 con los cuatro costosos satélites de investigación de clusters. misión para explorar el campo magnético de la Tierra a bordo. Pero sólo 40 segundos después del despegue, el cohete explotó espectacularmente en el cielo sobre Kourou, y los satélites del grupo cayeron desde la bola de fuego, junto con los restos del cohete, sobre la Tierra. La ESA no quiere que se repita una experiencia así, porque la experiencia mundial de las últimas décadas muestra que alrededor de la mitad de todos los primeros vuelos de nuevos vehículos de lanzamiento fracasan. Pero en lugar de un bloque inerte de hormigón o metal como lastre, debería volar al menos algo útil.
Entre las 18 cargas útiles se encuentran dos cápsulas de retorno, cuyo objetivo es un aterrizaje suave después de alcanzar la órbita terrestre, y nueve llamados cubesats, minisatélites formados por unidades en forma de cubo con un borde de diez centímetros de largo cada uno. La mayoría de ellos tienen fines educativos en universidades y escuelas o cuentan con financiación privada. Algunos cubesats capturarán imágenes de la Tierra desde el espacio, probarán nuevas tecnologías o realizarán pequeños experimentos. Los demás dispositivos de medición permanecen conectados a la etapa superior del Ariane 6 y están activos sólo durante el vuelo.