Las simulaciones por computadora sugieren que los sistemas fotovoltaicos a gran escala en la costa árabe del Mar Rojo aumentan las precipitaciones en la llanura costera. Un grupo de trabajo dirigido por Suleiman Mostamandi de la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdullah en Arabia Saudita calculó el efecto de diferentes revestimientos superficiales en las corrientes de aire regionales y concluyó que una superficie más oscura aumenta la entrada de aire húmedo. Como informa el equipo en el Journal of Hydrometeorology, las lluvias adicionales de los sistemas solares teóricamente podrían satisfacer las necesidades de hasta cinco millones de personas. Sin embargo, el grupo de trabajo destaca que el modelo de TI está idealizado. Sin embargo, muestra que el cambio de la cubierta terrestre puede, en principio, aumentar las precipitaciones del aire húmedo del mar en las costas secas.
Hay una paradoja detrás del análisis. El aire sobre el Mar Rojo contiene mucha agua porque la evaporación es alta. Sin embargo, la costa es muy seca porque hay poca lluvia. Los intentos anteriores de hacer llover humedad, por ejemplo, «sembrando» nubes con núcleos de condensación, han fracasado en gran medida. Según el modelo del equipo de Mostamandi, la clave para obtener más lluvia es la reflectividad de la superficie terrestre, el llamado albedo. Una superficie más brillante refleja más luz y se enfría, mientras que la superficie y el aire se calientan con un albedo más bajo. Este último es útil, quizás sorprendentemente.
En los modelos, los expertos examinaron cómo cambia la precipitación asumiendo un albedo más alto o más bajo o una llanura costera boscosa. El resultado: tanto un albedo más alto como un bosque enfrían la superficie. Esto reduce la diferencia de temperatura con el mar y la caída de presión que impulsa las corrientes de aire. El viento que sopla del mar a la tierra se debilita, y con él el transporte de humedad. Si, por el contrario, la superficie del suelo se oscurece, el efecto se invierte. La tierra se está calentando, la presión disminuye debido al aire ascendente y a la succión de más aire húmedo del mar. Además, las simulaciones sugieren que llega más agua a las capas superiores de la atmósfera, donde puede condensarse y llover.