Maravilloso universo: Las primeras galaxias aún no eran tan grandes y complejas como M 51 en la constelación de Hounds, a 27 millones de años luz de distancia. Aquí hay una imagen infrarroja del telescopio Webb con una longitud de onda de entre 1,1 y 7,7 micrómetros. Pero el hecho de que los cúmulos de estrellas pudieran formarse tan rápidamente es un nuevo descubrimiento desconcertante.
©ESA/Webb, NASA, CSA, A. Adamo/Universidad de Estocolmo, equipo FEAST JWST
Estructura antigua en la constelación de Fornax: esta imagen infrarroja con una longitud de onda de entre 1,1 y 3,6 micrómetros muestra una disposición aproximadamente lineal de diez galaxias distantes. Estos ya existían 830 millones de años después del Big Bang y están marcados aquí por ocho círculos naranjas (dos de los cuales contienen dos galaxias). La estructura de tres millones de años luz fue eclipsada por un cuásar llamado J0305-3150 (en el centro de los tres círculos de la derecha) y desde entonces se ha convertido en un enorme cúmulo de galaxias.
©NASA, ESA, CSA, Feige Wang/Universidad de Arizona, Joseph DePasquale/STScI
Tres galaxias primordiales compactas en el fondo del cúmulo de galaxias SMACS J0723.3–7327: los dos objetos 06355 y 10612 (arriba y abajo a la derecha) en esta imagen del telescopio Webb tienen un corrimiento al rojo de aproximadamente 7,7. El objeto 04590 (izquierda) está aún más lejos en z = 8,5, pero su luz se intensifica unas diez veces debido a las lentes gravitacionales de las galaxias en primer plano. El trío infrarrojo de la constelación de Piscis voladora, con su enorme ritmo de formación estelar, se parece a las raras galaxias pequeñas y compactas que los astrónomos en el espacio más cercano a nosotros conocen como los llamados guisantes verdes.
©NASA, ESA, CSA, STScI