Un nuevo estudio muestra por qué algunas personas, varias horas luego de tomar, sienten mucha anhelo y tienden a consumir mucha más comida y, por lo tanto, almacenan muchas más calorías que otras. El estudio, publicado en Transformación de la naturaleza,[2] Luego, señala la existencia de una especie de asimilación personal que puede influir en los distintos intentos de hacer dieta y adelgazar.
Los investigadores analizaron datos de 1.070 personas de un software de investigación de mantenimiento mundial que se preocupa por las respuestas de las personas a los alimentos. Entre los diversos datos se encuentran los niveles de azúcar en parentesco luego de ingerir varios tipos de alimentos, tipos variables en términos de calorías, carbohidratos, grasas, proteínas y fibras. Todavía estaban presentes los datos de los niveles de azúcar en parentesco en ayunas, pruebas enseres para comprender cómo los sujetos procesaban el azúcar.
Por otra parte, había datos sobre su actividad, su sueño y sus niveles de anhelo.
Los investigadores encontraron que había algunas personas que, luego de tomar, veían subir y apearse sus niveles de azúcar en parentesco, y esto sucedió durante las primeras horas luego de una comida. A posteriori de este pico, aproximadamente de dos a cuatro horas luego de la comida, algunas personas experimentaron caídas en el azúcar. Fueron estas personas las que experimentaron un aumento del 9% en el nivel de anhelo, según los investigadores, y las que esperaron menos ayer de comenzar la ulterior comida (media media hora menos ayer que las demás). Sin incautación, estas personas finalmente comieron las mismas comidas a pesar de que comieron, en promedio, 75 cal más en las tres o cuatro horas posteriores al desayuno y, en total, cerca de de 312 cal más durante el transcurso del día que las personas que no lo hicieron. Toma esta ápice de azúcar. Según los investigadores, este es un patrón que, al menos potencialmente, puede conducir a un aumento de peso de cerca de de 9 kg por año.[2]
No es nuevo que los niveles de azúcar en parentesco puedan determinar los niveles de anhelo, como explica Sarah Berry del King’s College London, una de las investigadoras involucradas en el estudio, pero estos resultados muestran que las caídas de azúcar son un predictor del anhelo. y, luego, de una probable ingesta calórica consiguiente, en comparación con el pico original en parentesco luego de las comidas. Estos son resultados que cambian «la forma en que pensamos sobre la relación entre los niveles de azúcar en sangre y los alimentos que comemos», explica el investigador.
Notas e ideas
- Una nueva investigación revela por qué algunos de nosotros tenemos anhelo todo el tiempo (IA) (DOI: XXX)
- Los descensos glucémicos posprandiales predicen el apetito y la ingesta energética en individuos sanos | Transformación de la naturaleza (IA) (DOI: 10.1038 / s42255-021-00383-x)