Se cree que la vida simple y unicelular existió en la Tierra hace 3.900 millones de años, casi inmediatamente, cuando la Tierra estaba lo suficientemente fría como para permitir que el agua líquida saliera a la superficie. ¿Cómo puede nacer la vida tan rápido? Es posible que los investigadores hayan dado un gran paso al responder a esta pregunta: un equipo de Japón y Estados Unidos ha detectado las llamadas bases nitrogenadas en tres meteoritos, importantes componentes básicos del material genético del ADN. Los científicos explican en la revista que estas moléculas complejas probablemente se formaron en el espacio antes de la formación del sistema solar. Comunicaciones de la naturaleza.
«Nuestra investigación muestra que hay una gran variedad de nucleobases en los meteoritos», informan los investigadores dirigidos por Yasuhiro Oba de la Universidad de Hokkaido en Japón. «Estas bases nitrogenadas pueden haber servido como bloques de construcción para la formación de ADN y ARN en la Tierra primitiva». Para que los seres vivos se reproduzcan y se adapten a su entorno a través de la evolución, su diseño debe poder almacenarse y transmitirse. El portador de este plano suele ser el ADN, mientras que el ARN ayuda a copiar esta información. La información real se almacena en la secuencia de las bases nitrogenadas.
El bloque de construcción de toda la vida en la tierra es el carbono: hasta otros cuatro átomos pueden unirse a un átomo de carbono, pueden surgir compuestos complejos, largas cadenas moleculares y anillos moleculares. En química, estos compuestos a base de carbono se denominan «orgánicos» porque forman la base de la vida. Desde hace tiempo se sabe que muchas sustancias orgánicas pueden formarse en el espacio. También se han detectado aminoácidos y moléculas de azúcar en nubes de gas y meteoritos que han caído a la Tierra.
Es probable que las moléculas sean lo suficientemente estables para sobrevivir a las primeras etapas turbulentas de los planetas.
Como resultado, ganó peso la hipótesis de que el rápido surgimiento de la vida en la Tierra fue impulsado por una afluencia de componentes básicos de la vida desde el espacio. Pero, ¿hasta dónde ha llegado este apoyo cósmico? Un largo camino por recorrer, como muestra ahora el estudio de Oba y sus colegas: con la ayuda de nuevos métodos de análisis, los investigadores pudieron detectar una gran variedad de nucleobases en tres meteoritos intensamente estudiados. Estos incluyen adenina, timina, guanina y citosina; estas cuatro sustancias son las principales portadoras de información en el ADN.
La clave del éxito del equipo japonés fue la sensibilidad de sus instrumentos de medición. “Nuestra técnica de análisis está optimizada para detectar bases nitrogenadas en la concentración más baja hasta una molécula en un billón de moléculas”, dicen los científicos. De hecho, encontraron bases nitrogenadas en concentraciones de hasta uno en mil millones. Las abundancias encontradas coinciden con las predicciones del modelo de evolución química en densas nubes de gas a partir de las cuales se forman estrellas y planetas.
Oba y sus colegas concluyen que los componentes básicos del ADN se formaron antes de que se formaran el sol y la tierra. Aparentemente, son lo suficientemente estables como para sobrevivir a la turbulenta formación de planetas, acumularse en fragmentos de polvo y roca y luego llegar a la Tierra a través de meteoritos.
Por el contrario, la formación de tales moléculas en la tierra joven es difícil. «Sospechamos, por lo tanto», dicen los investigadores, «que las bases nitrogenadas liberadas desde el espacio contribuyeron a la aparición de las características genéticas de la vida temprana en la Tierra».