Nuestro cercano planeta interior, Venus, es tan similar a nuestra Tierra en tamaño, masa y composición que se puede decir que es una hermana gemela de nuestro mundo natal. Pero una mirada más cercana muestra que las similitudes terminan ahí. Venus está rodeado por una atmósfera densa y caliente, compuesta principalmente de dióxido de carbono, con temperaturas superficiales de alrededor de 465 grados Celsius. Esto es suficiente para disolver el plomo y el estaño. En la superficie la presión es de unos 90 bar, lo que corresponde a la presión a una profundidad de 900 metros. Su nubosidad permanente también contiene ácido sulfúrico concentrado. Pero siguen circulando hipótesis de que Venus, al menos en su juventud hace más de tres mil millones de años, tenía océanos de agua líquida en su superficie y que el clima era cálido pero moderado.
Un equipo de investigación dirigido por Tereza Constantinou de la Universidad británica de Cambridge contradice ahora estas ideas de un Venus similar a la Tierra en la revista «Nature Astronomy». El equipo examinó hoy la composición química de la atmósfera de Venus y concluyó que el interior del planeta está ahora demasiado seco para que hubiera grandes cantidades de agua en la superficie. Por tanto, Venus fue un planeta caliente e inhabitable desde el principio.
Venus recibe el doble de radiación solar que la Tierra. El equipo analizó cómo esta radiación descompone moléculas atmosféricas como el agua, el dióxido de carbono y el sulfuro de carbonilo en sus componentes. Algunos de ellos luego escapan al espacio. Por lo tanto, las moléculas siempre deben ser suministradas por la actividad volcánica desde el interior del planeta. En la Tierra, los gases volcánicos que hacen posible la actividad volcánica están dominados por el vapor de agua, que puede representar más del 90%. El resto es entonces dióxido de carbono, nitrógeno y otros gases. En Venus, sin embargo, los gases volcánicos contienen como máximo aproximadamente un 6% de vapor de agua. Esto demuestra que el manto del planeta casi no contiene agua, a diferencia de su homólogo terrestre. Se cree que el manto de la Tierra contiene entre dos y tres veces la cantidad de agua contenida en los océanos del mundo combinados. La composición de los gases volcánicos de Venus se estudiará en detalle con la sonda espacial DAVINCI de la NASA cuando entre en la atmósfera y aterrice en Venus a principios de la década de 2030.