Las declaraciones, y las imágenes, presentes en un nuevo artículo aparecido en el sitio web de Science News sobre la contaminación plástica presente en todo el mundo, incluso en las zonas desérticas de los Emiratos Árabes Unidos, causan sensación.
El investigador Marcus Eriksen, mientras realizaba estudios sobre la contaminación plástica en el Abrigo Pérsico, descubrió enormes masas de plástico presentes en los restos de los intestinos de los camellos locales, cantidades tan grandes que quedó pasmado.
Se trataba de masas, a veces tan grandes como una maleta, presentes en el interior de las jaulas torácicas de los cadáveres de los camellos. Estos últimos, de hecho, suelen alimentarse de los desechos esparcidos por casi todas partes de la región de Dubái, a menudo transportados por el singladura, incluso en las zonas más desérticas. Adyacente con los restos de comida, tienden a tragar plástico, especialmente bolsas.
390.000 camellos dromedarios viven solo en áreas de los Emiratos Árabes Unidos (Camelus dromedarius) y muchos de ellos mueren cada año oportuno a la contaminación plástica.
Los investigadores examinaron los cadáveres de varios camellos y 300 de ellos tenían cantidades de plástico en el tracto gastrointestinal que podían oscilar entre 3 y 64 kg. Con tal cantidad en el estómago, por otra parte de encontrarse con bloqueos gastrointestinales y deshidratación, los animales ya no sienten deseo y por eso mueren por desidia de nutrientes. Básicamente, mueren de deseo a pesar de tener el estómago realizado.
El aberración es descrito por el propio Eriksen, comprobado del Instituto 5 Gyres que colaboró con Ulrich Wernery, bacteriólogo veterinario del Laboratorio Central de Investigación Veterinaria en Dubai, en un estudio que aparecerá en febrero de 2021 en el Revista de entornos áridos.