Central hidroeléctrica de Yangqu
Roberto Klatt
- En Porcelana se convierte en un gran central hidroelectrica casi en su totalidad de construido por robots
- la máquinas autónomas Convertirse en uno Inteligencia Artificial (IA) comprobado y utilizar los procedimientos desde Impresión 3d
- En el futuro, la tecnología también podría otros proyectos de infraestructura como carreteras y aeropuertos ser usado
En China, una central hidroeléctrica gigante está siendo construida casi en su totalidad por robots controlados por inteligencia artificial (IA) utilizando un proceso de impresión 3D.
Beijing, China). Según el South China Morning Post (SCMP), la central hidroeléctrica de Yangqu, de 180 metros de altura, será construida en gran parte por robots controlados por inteligencia artificial (IA). El proceso de fabricación utilizado se utiliza normalmente en la tecnología de impresión 3D. Después de solo dos años de construcción, se espera que la presa de Yangqu genere alrededor de cinco mil millones de kilovatios hora de electricidad por año, que se transportarán a la línea de alta tensión de la provincia a través de una línea de alta tensión de 1500 kilómetros.
Como explica Liu Tianyun, científico jefe de proyectos de la Universidad de Tsinghua en China, después de años de desarrollo, la tecnología de impresión 3D utilizada ahora está lista para proyectos de infraestructura a gran escala. Gracias a ella, «las personas pueden liberarse del trabajo pesado, repetitivo y peligroso», dijo Liu.
Sitio de construcción de una impresora 3D gigante
A los científicos dirigidos por Liu se les ocurrió la idea de llevar a cabo grandes proyectos de construcción utilizando la impresión 3D hace unos diez años. Según ellos, un sitio de construcción puede convertirse en una impresora gigante cuando una gran cantidad de máquinas autónomas trabajan juntas sin problemas. En el proyecto específico, se trata de excavadoras, transportadores de rodillos, camiones, excavadoras y pavimentadoras controladas por una IA.
Central hidroeléctrica a partir de capas individuales.
Para llevar a cabo el innovador proyecto a gran escala, un modelo informático descompone la presa en capas. Luego, los robots pueden agregar una sola capa a la vez y construir la presa. Para ello, las excavadoras no tripuladas pueden reconocer automáticamente los materiales y cargarlos en camiones, que también son autónomos.
Luego, estos llevan el material de construcción a su destino a través de una ruta calculada por AI. Una vez allí, otros robots construyen otra capa de la estructura de la presa. Para garantizar una alta calidad, numerosos sensores monitorean constantemente el progreso, por ejemplo, evaluando las vibraciones del suelo y otros datos.
La automatización evita errores
Además de eliminar el trabajo pesado y ciertamente peligroso, la ventaja del sistema automático, según Liu, es que comete muchos menos errores que los trabajadores humanos de la construcción. Sin embargo, hasta ahora no todo el trabajo puede ser realizado por máquinas. La extracción del relleno aún requiere personas debido a la alta complejidad.
En el futuro, según Liu, la tecnología también podría usarse en otros proyectos de infraestructura, como aeropuertos y carreteras. “La inteligencia artificial basada en conocimiento, información y datos es una nueva herramienta que dará forma a nuestro futuro”, afirma el investigador.