Más pequeño, más rápido, más riesgoso
Dennis L.
Los medios de almacenamiento son cada vez más pequeños y la recuperación de datos en caso de pérdida de datos es cada vez más difícil.
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Las tecnologías de almacenamiento modernas conllevan mayores riesgos y mecanismos de seguridad complejos, lo que hace que la recuperación en caso de pérdida de datos sea cada vez más desafiante.
Los avances tecnológicos en el mundo de los medios de almacenamiento se han acelerado significativamente en los últimos años. Nuevas tecnologías como Non-Volatile Memory Express (NVMe) han hecho que las unidades de estado sólido (SSD) no solo sean más rápidas, sino también más compactas. La miniaturización de componentes y los métodos de cifrado avanzados aportan no sólo eficiencia y velocidad, sino también nuevos desafíos forenses que pueden poner en peligro la confiabilidad de estos dispositivos y la seguridad de los datos almacenados en ellos. En caso de pérdida de datos, la complejidad de la recuperación de datos también ha aumentado significativamente.
Riesgos físicos de las tecnologías de almacenamiento modernas
Uno de los principales problemas es el aumento de la generación de calor debido al alto rendimiento de los SSD NVMe, lo que a menudo provoca grietas relacionadas con el calor en los componentes electrónicos. Estas grietas provocan fallos graves al afectar la conductividad eléctrica y provocar fallos en los circuitos. La miniaturización de los componentes agrava el problema, ya que hay menos tolerancia a las fluctuaciones de temperatura y, por tanto, aumenta la susceptibilidad a sufrir daños físicos.
Además, las uniones soldadas en frío suponen un riesgo importante. Estos puntos débiles ocurren cuando no se aplica suficiente calor durante el proceso de soldadura o la temperatura cambia demasiado rápido. En este caso, estas uniones soldadas se rompen bajo tensión mecánica o cambios adicionales de temperatura, lo que puede provocar errores intermitentes o incluso un fallo total del dispositivo.
Otro elemento crítico en los SSD modernos son los diodos de potencia, que se encargan de regular el suministro de energía. El sobrecalentamiento o la sobrecarga hacen que estos diodos se quemen, lo que a menudo resulta en una pérdida total de energía para el controlador de memoria y otros componentes críticos. Las sobretensiones no reguladas resultantes corren el riesgo de dañar otros componentes del SSD y provocar una pérdida inmediata de datos.
Los desafíos que presentan las tecnologías patentadas y cifradas
No sólo el avance de la miniaturización y el aumento del rendimiento crean desafíos, sino también la naturaleza patentada de muchas nuevas tecnologías de almacenamiento. Grandes fabricantes como Toshiba, Western Digital y Seagate integran cada vez más en sus productos soluciones específicas de la empresa, que a menudo no están documentadas públicamente. Esto hace que la recuperación de datos sea mucho más difícil, ya que sin conocimientos específicos de estas tecnologías o acceso a herramientas y repuestos especializados, la recuperación de datos se vuelve casi imposible.
Además, los mecanismos de seguridad modernos, como los algoritmos de cifrado almacenados en el chip de la CPU, aumentan la complejidad de la recuperación de datos. Si el chip está dañado, la clave de cifrado no se puede extraer ni reconstruir, lo que hace que los datos sean inaccesibles. Las nuevas tecnologías de grabación, como la grabación magnética Shingled (SMR) y la grabación magnética asistida por calor (HAMR), también plantean desafíos adicionales para los encargados de responder datos. Si bien estas tecnologías aumentan la densidad del almacenamiento, dificultan la recuperación de datos porque se debe tener especial cuidado para evitar sobrescribir datos superpuestos.
Avances tecnológicos y sus riesgos
Estos avances progresivos en las tecnologías de almacenamiento requieren que los proveedores de servicios de recuperación de datos desarrollen y adapten continuamente sus herramientas y métodos. No solo necesita mantenerse actualizado en tecnología, sino que también debe poder aplicar ingeniería inversa a las últimas tecnologías de seguridad y almacenamiento mediante ingeniería inversa y técnicas forenses. Los desafíos son grandes, pero la importancia de una recuperación confiable de datos crece constantemente, ya que en nuestro mundo digital los datos se consideran cada vez más un activo crítico y deben restaurarse lo más rápido posible en caso de un desastre de datos.