YEstos son diagnósticos que dejan poco espacio para la esperanza. Ulrich Keilholz, oncólogo del Centro Integral del Cáncer de la Charité de Berlín, recuerda uno de ellos. Cuidó a un paciente de cincuenta años con melanoma. Las metástasis ya estaban creciendo en el hígado, los pulmones y los huesos.
Al principio, el hombre respondió a la terapia, pero luego volvió el cáncer. Se ha vuelto resistente. «Normalmente, le darías a alguien así unas semanas más, tal vez unos meses», dice Keilholz. Pero este caso no era normal. Porque Keilholz y sus colegas pudieron examinar a este paciente mucho más de cerca de lo habitual. O mejor dicho: no el paciente directamente, sino su «gemelo digital».
«Gemelo digital», este término proviene de la industria, donde los ingenieros mantienen modelos informáticos virtuales de aviones, puentes o fábricas enteras. Son modelos, imágenes digitales del original, y los aprendices pueden usarlos para capacitación, por ejemplo, o los expertos en mantenimiento pueden usarlos para calcular el desgaste de los componentes.
La medicina del cáncer también descubrió el concepto por su cuenta. Los médicos pueden administrar cientos de medicamentos contra el cáncer al gemelo digital con solo presionar un botón, mientras el paciente real se sienta tranquilo en la sala de espera. Las computadoras calculan el efecto de cada uno de estos medicamentos y luego seleccionan el que promete el mayor beneficio y al mismo tiempo agobian al paciente con efectos secundarios mínimos.
Al menos esa es la vista. En verdad, la tecnología aún está en desarrollo. «El gemelo digital es totalmente emocionante, pero actualmente no juega ningún papel en la rutina médica», dice Keilholz. En total, en Alemania se han creado mucho menos de 500 gemelos digitales de pacientes con cáncer en los últimos años, estima el oncólogo, y agrega: «Todo fue en entornos experimentales».
Oportunidades para los pacientes que han agotado su terapia
Así llegó el paciente de cáncer de piel de 50 años a su renacido digital. Se incluyó en el estudio «Treat 20 Plus», en el que los expertos de Charité, junto con el Instituto Max Planck de Genética Molecular y una empresa privada, crearon gemelos digitales de unos 90 pacientes con cáncer de piel que se habían quedado sin su terapia. «Tratado» es un término de la jerga médica. Significa que todos los intentos han fallado y ya no existe ninguna terapia para una persona enferma. Casos perdidos, se podría decir. Los médicos querían revertir este juicio con la ayuda de los gemelos digitales y aún encontrar posibles terapias para estas personas en el espacio virtual.
Para hacerlo, no crearon gemelos digitales de pacientes completos, sino que se centraron en la estructura genética de los tumores. Las células cancerosas tienen mutaciones que a menudo son la razón por la cual el cáncer crece sin control o no responde a ciertas terapias. En principio, los doppelgangers digitales también pueden revelar qué medicamentos podrían ayudar. El conocimiento de estas conexiones proviene de estudios médicos. “Tratamos de incorporar tanta literatura en los gemelos digitales como sea posible”, dice Keilholz. Los programas de computadora tamizan los estudios y programan las conexiones encontradas en ellos en gemelos. Este patrón básico se complementa con mutaciones específicas del paciente.