Se cree que algunas sustancias químicas PFAS son cancerígenas. El problema: en algunos lugares acabaron en el agua potable. El Consejo Federal ha introducido ahora valores límite. Para algunos expertos esto no es suficiente.
En la sartén, en la chaqueta de exterior, en la espuma extintora e incluso en la caja de pizza: los llamados “productos químicos PFAS” se encuentran en innumerables productos. Los PFAS repelen el agua, la grasa y la suciedad y se consideran un arma milagrosa en la industria.
Pero también hay una desventaja. Desde hace tiempo se sospecha que algunos PFAS son cancerígenos. Además, las sustancias no se descomponen de forma natural y en muchos lugares de Alemania estos “químicos eternos” ya se encuentran en el suelo y en el agua potable.
Nuevos límites a partir de 2026
El Consejo Federal ahora tiene uno nuevo regulación para proteger mejor el agua potable, cuya entrada en vigor está prevista para mayo. A partir de 2026, las empresas de servicios públicos deberán garantizar que un total de 20 sustancias PFAS no superen el límite de 100 nanogramos por litro. Para los cuatro PFAS más preocupantes, se espera un nivel máximo de 20 nanogramos por litro a partir de 2028.
Muchos ecologistas, políticos y expertos acogen con satisfacción los valores límite y los consideran un paso importante en la dirección correcta. Las mediciones obligatorias nos darían por fin una visión general de la contaminación en Alemania. Sin embargo, hay críticas.
Los químicos critican el nivel de los límites de PFAS
Gerhard Merches, ingeniero químico y presidente de distrito de la Asociación para la conservación de la naturaleza de Altötting, se queja de que los valores límite de PFAS-4, clasificados como especialmente peligrosos, no serán vinculantes hasta dentro de cinco años. Teniendo en cuenta los conocimientos científicos sobre los peligros de las sustancias, es evidente que ya es demasiado tarde.
El químico medioambiental Roland Weber también opina lo mismo. El consultor independiente de las organizaciones de las Naciones Unidas considera que el valor límite de 20 nanogramos es demasiado alto. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha determinado una ingesta semanal tolerable de 4,4 nanogramos por kilogramo de peso corporal.
Dado que los seres humanos también absorben PFAS a través de alimentos contaminados, según sus cálculos el valor límite para las sustancias PFAS-4 en el agua potable debería haber sido de 2 nanogramos por litro y no de 20. Esto habría significado ir a lo seguro y reducir la exposición general. a los productos químicos tomados en consideración. Algunos países como Dinamarca han introducido este límite más estricto.
Tratamiento de aguas puede ser caro
Sin embargo, Martin Weyand, de la Asociación Federal de la Industria de la Energía y el Agua, considera suficientes los valores límite alemanes previstos. Según él, está justificado que sólo se apliquen a partir de 2026 o 2028. En última instancia, los proveedores de agua necesitan una planificación previa, especialmente si hay inversiones importantes pendientes.
Le preocupa más la financiación, ya que algunas empresas de servicios públicos probablemente necesitarán costosos filtros de carbón activado en el futuro. Por ello pide que la industria rinda cuentas según el principio de «quien contamina paga»: «No puede ser que los ciudadanos tengan que pagar por estas plantas de procesamiento». En algunas zonas no se pueden descartar aumentos significativos del precio del agua potable.
Por ello, Martin Weyand pide un fondo financiado por la industria para financiar las medidas de limpieza y renovación.
Los Verdes piden una prohibición
Los Verdes también apoyan este enfoque. El portavoz de política medioambiental, Jan-Niclas Gesenhues, considera que el nuevo reglamento sobre el agua potable es un buen compromiso, aunque en última instancia las sustancias PFAS altamente tóxicas tendrán que prohibirse a nivel europeo.
Ya se está debatiendo en toda la UE la prohibición total de unas 10.000 sustancias PFAS. Sin embargo, el problema para la industria y los consumidores sigue siendo que todavía no existen alternativas para algunos productos químicos PFAS. Además, algunos temen que la producción se traslade a países donde no existen normas medioambientales.