Las tarjetas de pago sin contacto actuales son difíciles de reciclar. En el futuro, sin embargo, deberían ser más respetuosos con el medio ambiente y dejar de instalar una antena de hilo de cobre adicional.
Un nuevo módulo de la empresa de semiconductores Infineon hará que cientos de millones de tarjetas de pago sin contacto sean más respetuosas con el medio ambiente. La empresa de Neubiberg, cerca de Munich, anunció que esto debería reducir significativamente la huella de CO2 de la producción de tarjetas. Infineon es el líder del mercado mundial en tarjetas chip y ha colaborado con el proveedor de servicios de pago Mastercard durante muchos años.
Más grande formulario electrónico
También se esperan tarjetas “verdes” en Europa a partir de principios del próximo año. La función sigue siendo la misma. Sin embargo, los clientes los reconocen por el módulo electrónico un poco más grande. La diferencia clave con las nuevas tarjetas es que no requieren una antena de hilo de cobre adicional.
Hasta el momento hay unos tres metros de metal sobre las cartas. Recogen la energía emitida por el terminal de pago y la utilizan para alimentar el chip de la tarjeta. Infineon dijo que el nuevo chip es significativamente más barato. Por eso necesita una antena mucho más pequeña para proporcionar energía. Éste se instala directamente en el módulo, por lo que es un poco más grande.
papel plástico y Residuos electrónicos desechar por separado
La antigua antena de cobre representa hoy un doble problema medioambiental: por un lado supone un consumo de recursos, por otro está pegada a una película entre las capas de la placa. Según Infineon, esto significa que las tarjetas actuales son difíciles de reciclar. Sin embargo, con las nuevas tarjetas, simplemente puedes desmontar el módulo y desechar la tarjeta de plástico y los residuos electrónicos por separado.
La diferencia podría ser pequeña para cada tarjeta: según Infineon, la emisión de CO2 de los componentes electrónicos se reduce en poco más de 60 gramos. Sin embargo, si se consideran los más de tres mil millones de tarjetas que se producen cada año en todo el mundo, el potencial es enorme.
Se espera que la primera de estas tarjetas llegue al mercado este año en Estados Unidos y un poco más tarde en Europa. Según los expertos, dentro de cinco años el volumen de tarjetas ecológicas, no sólo equipadas con chips Infineon, aumentará a 900 millones al año en todo el mundo.