Las secadoras domésticas son un problema ambiental que se pasa por alto, escribe un equipo dirigido por Kai Zhang y Kenneth Leung de la Universidad de la ciudad de Hong Kong después de un experimento con los dispositivos. El equipo descubrió que durante el funcionamiento, las secadoras liberan de 1,5 a 40 veces más partículas microscópicas de la ropa que una lavadora. Y a diferencia de éste, cuyas aguas residuales se liberan de partículas en la depuradora, las microfibras del secador se liberan al medio ambiente sin filtrar.
Esto es lo que Zhang, Leung y su equipo escriben en la revista «Environmental Science & Technology Letters». Probaron una secadora comercial con artículos de algodón y poliéster. En ambos casos se liberaron microfibras. Sin embargo, el problema es más grave con los tejidos de poliéster: por un lado, el rendimiento aumenta cuanto más entra la ropa en el tambor, por otro lado, el poliéster es un plástico, por lo que las microfibras deben considerarse microplásticos. A diferencia del algodón, no se degradan en la naturaleza. En cambio, pueden acumularse en la cadena alimentaria, por ejemplo. Las toxinas ambientales también se concentran en las partículas microplásticas. Ahora son omnipresentes en los ecosistemas, pero también en las familias.
El grupo atribuye la diferencia entre el algodón y el poliéster al hecho de que las fibras de algodón se agrupan y se hunden mientras que las fibras de poliéster flotan. En general, los autores del estudio estiman que cuando se usa una secadora con regularidad, cada año se liberan al aire entre 90 y 120 millones de fibras microscópicas.
En sus pruebas, el grupo usó una secadora que ventilaba al exterior a través de una manguera. El aire de escape se aspiraba in situ y luego se analizaba en el laboratorio. En su opinión, en un futuro se debería utilizar un sistema de filtrado especial en este punto, con el que se podría reducir la entrada de microfibras. Sin embargo, a largo plazo, los materiales como el poliéster deben reemplazarse por alternativas más respetuosas con el medio ambiente. El estudio no muestra hasta qué punto los resultados de sus pruebas pueden transferirse a los secadores de condensación, que deshumidifican el aire de escape por condensación y no lo dirigen al exterior.