De qué creencias o ideologías tiende a depender una persona, entre otras cosas, con sus habilidades cognitivas. Esto es lo que informa un equipo del psicólogo de la Universidad de Cambridge, Leor Zmigrod, en una edición especial de Philosophical Transactions B. Los investigadores se basaron en un estudio anterior en el que más de 500 adultos habían completado un total de alrededor de 60 pruebas cognitivas y pruebas de personalidad.
Aproximadamente dos años después, más de 300 de los ex sujetos de prueba participaron nuevamente en el presente estudio. Esta vez brindaron información sobre actitudes políticas como el nacionalismo y el papel de la religión en sus vidas. Sus respuestas podrían reducirse estadísticamente a tres dimensiones: una actitud conservadora, la religiosidad y el dogmatismo, es decir, la rigidez e intolerancia con que representaban sus creencias. Hasta ahora, los estudios han buscado principalmente conexiones entre las ideologías políticas individuales y la personalidad, pero no entre un gran número de ideologías y habilidades cognitivas. El objetivo del grupo: identificar las «firmas» psicológicas de las diferentes visiones del mundo.
Resultado: una actitud conservadora, incluido el nacionalismo, se ha asociado a un pensamiento menos estratégico, así como a una mayor cautela y aversión a los riesgos sociales, como hablar públicamente sobre temas controvertidos o contradecir a las autoridades. Lo mismo sucedía con la religiosidad; además, hubo una mayor percepción y tolerancia al riesgo. El dogmatismo iba de la mano con un procesamiento de la información más lento, la impulsividad y la voluntad de asumir riesgos éticos. Y las tendencias extremistas, por ejemplo hacia la violencia contra ciertos grupos, se encontraron cada vez más en personas con mala memoria de trabajo, percepción lenta, impulsividad y búsqueda de sensaciones, la necesidad de nuevas experiencias emocionantes.
Las características psicológicas eran más adecuadas para predecir las preferencias ideológicas que las características demográficas como la edad, el género, el nivel de educación y los ingresos. Por ejemplo, se podría esperar una actitud conservadora para alrededor del 25% del perfil psicológico descrito, pero solo para un buen 7% de las características demográficas. Entonces, ¿las visiones del mundo también tienen sus raíces en la mente? En cualquier caso, los autores especulan al respecto. Pero se necesita más investigación para poder sacar conclusiones confiables sobre causa y efecto.