Cada año, justo antes de Navidad, la revista «Science» selecciona los hitos científicos del año y elige el mayor avance. Este año la elección recayó en las “inyecciones adelgazantes” basadas en los llamados análogos del GLP-1. Estos preparados, conocidos con los nombres de Ozempic y Wegovy, son los primeros ingredientes medicinales que permiten a las personas con sobrepeso grave perder peso significativamente y también mejorar su salud. A pesar de muchas preguntas sin respuesta, estos y otros fármacos similares podrían iniciar una nueva era en la lucha contra la obesidad, según la redacción de «Science». Otros aspectos destacados del año incluyen las huellas humanas más antiguas de América del Norte, los medicamentos con anticuerpos contra el Alzheimer, las predicciones meteorológicas de la inteligencia artificial y el telón de fondo de las ondas gravitacionales del cosmos.
¿Cuáles fueron los descubrimientos y descubrimientos científicos destacados de este año? ¿Qué desarrollo tiene un potencial futuro particular? ¿Y dónde estuvieron los devastadores fracasos? Cada año, justo antes de Navidad, los editores y editores de la revista especializada “Science” eligen su top ten: los resultados de investigación y los descubrimientos que consideran más importantes. Eligen uno de los diez como avance del año. En 2022, lo más destacado del año fue el telescopio espacial James Webb, en 2021 la decodificación del código de proteínas mediante inteligencia artificial y en 2020 las vacunas contra el coronavirus.
Nuevas armas en la lucha contra la obesidad
Este año, un avance médico encabeza la lista de celebridades para 2023: las inyecciones para bajar de peso basadas en los miméticos del llamado “péptido similar al glucagón-1” (GLP-1). Estos principios activos, comercializados originalmente hace varios años como medicamentos para la diabetes, han demostrado en varios estudios ser una ayuda eficaz para perder peso, especialmente en personas con mucho sobrepeso y obesidad. Los análogos del GLP-1 imitan una hormona intestinal natural que afecta nuestro metabolismo y apetito de varias maneras. Por un lado, regula la liberación de insulina en el páncreas y, por tanto, puede ayudar a los diabéticos a combatir los niveles excesivos de azúcar en sangre. Por otro lado, los análogos del GLP-1 también actúan sobre el centro de la saciedad de nuestro cerebro. Allí activan cadenas de señalización que inhiben el apetito y también estimulan la digestión. «Estas nuevas terapias están cambiando no sólo el tratamiento, sino también nuestra comprensión de la obesidad: es una enfermedad crónica que tiene raíces en la biología, no solo en la voluntad débil», escribe Jennifer Couzin-Frankel, autora de «Science».
El año pasado, varios estudios clínicos basados en el ingrediente activo del GLP-1, semaglutida, demostraron la eficacia de los análogos del GLP-1 contra la obesidad. A diferencia de las variantes anteriores, ya no es necesario inyectarlo diariamente, sino sólo una vez por semana, lo que facilita enormemente su uso. En los estudios, los participantes perdieron entre el 15 y el 20 por ciento de su peso corporal en aproximadamente un año y medio; Anteriormente, esta cantidad sólo se podía lograr mediante la reducción quirúrgica del estómago. Ensayos clínicos adicionales realizados este año también han demostrado que el riesgo de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y otras consecuencias para la salud relacionadas con la obesidad se puede reducir en un 20% o más. «Por estas razones, la ciencia considera que los ingredientes activos GLP-1 son el avance del año», escribe Couzin-Frankel. Sin embargo, la publicidad en las redes sociales sobre “inyecciones para bajar de peso” también tiene algunas desventajas. A medida que más y más personas no obesas utilizan estos preparados como producto de estilo de vida, la rápida demanda ha provocado enormes cuellos de botella en el suministro, causando problemas especialmente a los diabéticos. Además, estos ingredientes activos son caros y, según los conocimientos actuales, es posible que sea necesario tomarlos de por vida.
Medicamentos para el Alzheimer, ondas gravitacionales y computadoras a exaescala
Además de los avances del año, los editores científicos también presentan otros aspectos científicos destacados. En el ámbito médico, esto incluye una nueva vacuna contra la malaria y las nuevas terapias con anticuerpos Lecanemab y Donanemab contra el Alzheimer. Ambas preparaciones se dirigen a las proteínas amiloides mal plegadas en el cerebro de los pacientes y disuelven las placas que crean. En los ensayos clínicos, estos anticuerpos ralentizaron la progresión de la demencia entre un 27% y un 35%, pero en casos raros pueden provocar efectos secundarios graves en forma de hemorragia cerebral. Sin embargo, los principios activos de los anticuerpos dan esperanzas de descubrir nuevas terapias optimizadas contra el Alzheimer.
En astronomía, la detección del fondo de ondas gravitacionales se considera un gran avance. Este «ruido de fondo» de oscilaciones débiles de longitud de onda larga en el espacio-tiempo surge de la interacción de agujeros negros supermasivos en órbita. Este «zumbido» sólo ha sido demostrado mediante la observación a largo plazo de los púlsares y las sutiles fluctuaciones de sus pulsos de radio regulares. Otros dos aspectos destacados provienen del sector de las tecnologías de la información y la inteligencia artificial. Uno de ellos es el comienzo de la era de las supercomputadoras a exaescala: con la supercomputadora “Frontier” del Laboratorio Nacional de Oak Ridge en EE. UU., una computadora fue capaz de realizar por primera vez más de un billón de cálculos en coma flotante por segundo. Ya se están construyendo supercomputadores adicionales a exaescala. Esto también abre nuevas oportunidades para la ciencia, escribe “Science”. En el campo de la inteligencia artificial, la revista calificó como un hito el sistema de inteligencia artificial desarrollado por Google-DeepMind, que puede crear pronósticos meteorológicos precisos para diez días más rápido que los modelos meteorológicos numéricos habituales.
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Huellas humanas antiguas, corrientes profundas y el desastre del superconductor
En arqueología, la nueva datación de huellas humanas antiguas en el Parque Nacional White Sands en Estados Unidos ha arrojado nueva luz sobre los asentamientos en América del Norte. Estas huellas fueron creadas hace entre 21.000 y 23.000 años y, por lo tanto, son significativamente más antiguas que otras reliquias de la presencia humana en este continente. Las huellas proporcionan por primera vez pruebas claras de que había humanos en América del Norte en el apogeo de la última edad de hielo. En 2023 también se produjeron nuevos descubrimientos importantes en el campo de las geociencias: nuevas exploraciones geológicas sugieren que aún pueden quedar reservas de hidrógeno por descubrir en la corteza terrestre. En ellos se podrían almacenar más de un billón de toneladas de este combustible, cantidad suficiente para suministrar a la humanidad este combustible respetuoso con el clima durante siglos. Sin embargo, los resultados de una nueva investigación sobre uno de los impulsores centrales de la circulación oceánica global no son muy positivos. En marzo de 2023, los investigadores descubrieron que el flujo de aguas profundas de la Antártida se había ralentizado y debilitado hasta un 20% en comparación con la década de 1970. Esto sugiere que el cambio climático y el calentamiento de los océanos ya están afectando a esta corriente, que es importante para el clima y la ecología marina.
Para los redactores de “Science” los avances en el campo de la investigación de superconductores son uno de los “fracasos”, los contratiempos del año. Varios grupos de investigación han informado este año sobre supuestos superconductores a temperatura ambiente, pero ninguno de ellos ha resistido el escrutinio. Entre ellos se encuentra el “material milagroso” LK-99 presentado por físicos surcoreanos, pero también un experimento con hidruro de lutecio publicado por el controvertido físico estadounidense Ranga Díaz en la revista “Nature”. Esta publicación fue retirada de la revista en noviembre de 2023.
Fuente: Ciencia, Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS)