Nadie sabe si el uso de un arma nuclear táctica desencadenaría una guerra nuclear en toda regla. Sin embargo, el riesgo de escalada es muy real. Para los afectados por un ataque nuclear de este tipo, no importaría si se trata de un ataque táctico o estratégico. En una prueba ante la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes el 6 de febrero de 2018, el entonces secretario de Defensa, James Mattis, dijo: «No creo que haya un arma nuclear táctica. Cualquier arma nuclear que se haya usado alguna vez es un punto de inflexión estratégico». claro que consideraría cualquier ataque nuclear como el comienzo de una guerra nuclear.
De particular preocupación es la posibilidad de que la guerra se intensifique hasta el punto en que se utilicen armas nucleares. Al elevar el nivel de alerta de las fuerzas nucleares rusas, Putin aumenta el riesgo de que se utilicen armas nucleares por error de cálculo o accidente. En el peor de los casos, Putin podría recurrir a un arma nuclear táctica por desesperación. Aunque todavía es poco probable, el riesgo no es cero. Un aumento en este riesgo es inaceptable.
Las amenazas nucleares son inaceptables
Aunque se han probado innumerables armas nucleares a lo largo de los años, ninguna se ha utilizado en la guerra desde 1945. La tradición de 77 años de no utilizar armas nucleares -el tabú nuclear- es el logro más importante de la era nuclear. Es un compromiso de los líderes de hoy asegurar que las armas nucleares nunca se vuelvan a utilizar. Putin y el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, deberían dejar de amenazar con usar armas nucleares. Otros líderes deberían expresar su conmoción e indignación y dejar en claro que las amenazas nucleares son irresponsables e inaceptables.
La disuasión nuclear conlleva enormes riesgos y enormes costos. Los argumentos a favor de la disuasión, aunque a veces convincentes, no siempre son ciertos. Debemos reconocer que la disuasión nuclear puede fallar. Por eso, a pesar de los miles de millones de dólares invertidos en arsenales nucleares, nadie duerme tranquilo bajo el paraguas nuclear, y menos en una crisis como la invasión rusa de Ucrania.
Es probable que esta guerra anule el orden de seguridad europeo. También muestra la poca protección real que ofrecen las armas nucleares. El mundo estaría mejor sin estas armas.
Nina Tannenwald enseña Relaciones Internacionales en el Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Brown. Su libro The Nuclear Taboo: The United States and the Non-Use of Nuclear Weapons Since 1945 (Cambridge, 2007) ganó el Premio Lepgold 2009 al Mejor Libro sobre Relaciones Internacionales. Twitter: @NinaTennenwald.